lunes, 21 de febrero de 2011

Los niños y las huertas, un complemento ideal


Por muchas razones, en Fundación Huerta Niño se hace hincapie en que las huertas sean escolares. Es decir, que los niños que acuden a la escuela tengan la posibilidad no sólo de aprender las materias teóricas sino de poner en práctica muchos de esos conocimientos en la acción concreta.

Las huertas son los espacios perfectos para combinar los objetivos teóricos en prácticos. Según muchos maestros involucrados en la huerta, algunas materias tales como Matemática o Biología son las aliadas claves en la construcción y desarrollo de una huerta escolar.

Por otra parte no debemos olvidar el valor que tienen en torno a la alimentación. En muchos de los lugares donde se instala una huerta, la alimentación esta basada en la carne. La llegada de los alimentos de la huerta ayuda a modificar una dieta desbalanceada, incorporando los vegetales necesarios para un buen crecimiento.

Y en otros lugares, los vegetales se convierten en el único sustento de las familias. Pero no se trata de un sustento puntual, esporádico, sino de darles las herramientas del conocimiento para que ellos mismos puedan obtener de la Tierra lo que la Tierra misma puede darles.

Finalmente, las huertas de los niños en edad escolar se convierten en un proyecto comunitario: reúnen a la escuela, las familias y la comunidad entera, haciéndoles ver que es posible generar nuevas iniciativas a través de la unión hacia un objetivo concreto.

¡Los invitamos a sumarse a ese proyecto!

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